Este viaje no ha sido solo especial para nosotros (Kike, Guti, Mateo y Juanma), ya que era nuestro primer viaje, sino también para el resto de personas que ya tienen a sus espaldas decenas de viajes y que estos dos últimos años han tenido que quedarse en casa debido a la pandemia.
Nuestro viaje comenzó alrededor de las 6 de la mañana en la T2 del aeropuerto de Barajas donde embarcaríamos el vuelo UX 1171 operado con el EC-LKM con destino Bruselas. Durante el vuelo todavía no asimilabamos lo que nos iba a suceder en los 4 próximos días. Nada más llegar, Bruselas nos recibía con el típico tiempo del norte de Europa. Tras una mañana pasada por agua y habiendo cazado un Blackhawk y un Chinook de la US Army nos dirigimos al aeropuerto de Eindhoven teniendo la esperanza de coincidir con algún movimiento de los aviones que estaban participando en el ejercicio “Falcon Leap”. Al bajarnos del coche comenzamos a escuchar lo que parecía ser los motores de dos hércules, sin perder tiempo pero sin mucha idea corrimos al ascensor del parking del aeropuerto, estando arriba de este el sitio de spotting más conocido de Eindhoven. Tras la angustiosa espera de 30 segundos que parecieron años aparecimos en el último piso del parking y salimos corriendo hacia el otro extremo para ver lo que estaba rodando. Al llegar nos topamos con dos Hércules que se dirigian hacia la cabecera de la 21, se trataba de una aeronave holandesa seguida de una americana, en concreto de la base Dyess en Texas. Para terminar el primer día, al llegar los dos aviones hicieron varias pasadas sobre la pista.
Al día siguiente tocaba madrugar para entrar en la Base aérea de Kleine-Brogel en la que pudimos fotografiar los aviones que iban a participar en el Festival de Sanicole y los pocos que acudieron para la Tiger meet entre los inesperados destacaron los Red Arrows que habían participado el dia anterior en el Festival y se iban a su base el sábado por la mañana cargados de cervezas. Comenzaron las salidas de los participantes en el festival, aunque la luz no era muy favorable, los pinos que había al fondo le daban un contraste muy bonito a las fotos. Con suerte los Red Arrows salieron con luz y el A340 de Air Belgium nos deleitó con una pasada baja sobre la pista de la base. El día acabó con una mezcla de sensaciones entre cansancio y mojados después de la tromba de agua que nos cayó en algunos momentos puntuales, además de ganas de editar las fotos.
El tercer día nos dirigimos al Festival de Sanicole, esta vez el día estaba despejado pero el sitio donde estábamos era contraluz así que tocaba buscar virajes donde la luz iluminase el avión o cuando lanzasen las bengalas o las estelas que generaban, el Sokol de la Fuerza aérea Checa nos deleito con su gran display y permitió hacerle fotografías espectaculares. Durante todo el día pudimos disfrutar de los diferentes participantes y de la carrera de la Fórmula 1 animando a Max Verstappen rodeado de sus fans. Destacar los chiringuitos de chuches de donde sacamos bastantes posters y pegatinas.
Cuarto día, el mejor, aunque no empezó de la mejor forma debido a que nos comimos con patatas el despegue de los 2 F18 finlandeses y 2 Rafale de la marina francesa, pero al menos teníamos un buen desayuno que compramos en una gasolinera cerca de la base.
A lo largo del día cazamos más de 70 registros entre todos los cazas que ese mismo día se replegaban a sus bases. El mejor momento con diferencia fue el despegue del Eurofighter alemán con los colores especial de la Tiger que mantuvo la altura tras replegar el tren y al final de pista realizó un viraje de casi 90 grados en el que dejó a la vista todo el plano. Tambien se puede destacar el despegue del F16 biplaza griego con la librea especial de la tiger y los típicos despegues de los portugueses que nunca decepcionan, otra cosa que no se puede dejar pasar es el hecho de haber tenido la oportunidad de fotografiar dos tornados alemanes y el molesto ruido que generan 2 F16 al arrancar motores a apenas 10 metros de ti. Para terminar el día en Kleine-Brogel disfrutamos del despegue realizado por el C-295 finlandés y la llegada de otro C-295 checo equipado con sharklets. Al salir de la base pusimos rumbo al aeropuerto de Bruselas donde aprovechamos nuestras últimas horas en Bélgica para fotografiar el Boeing 747 de China Southern Cargo y de Aerotranscargo. Para cerrar nuestro viaje nos embarcamos en el EC-NFZ que nos trajo de vuelta a Madrid.
Como conclusión, este primer viaje no podía haber terminado de mejor forma pero no solo ha sido un viaje para fotografiar aviones sino que también hemos conocido a gente de Aire a la cual esperamos ver más veces como Enrique, Montse, Shery, Luis, Jesus, Rafa…
Queremos agradecer en especial a Ricardo que de la nada y un día en el cementerio de Barajas durante una jornada de spotting nos propuso realizar este viaje, con Ricardo empezó todo.
Autor: Mateo León
Socio 548