Mi andadura con la fotografía aérea

ÉPOCA INCIPIENTE

Parecieran estar condenadas al olvido en el fondo de un cajón. Fue hace pocos años cuando la curiosidad por ver nuevamente unas fotografías me impulsó a ver lo que había en ellas. A partir de este momento y con un aparato comencé a escanear los negativos pasándolos a positivo con la ayuda de este, para luego pasarlo a una tarjeta de memoria para posteriormente volcarlo al ordenador, donde pude verlo en pantalla. Después de su identificación, donde y cuando se realizaron las fotografías, empezaron los trabajos de edición, en la que se pudo realizar los trabajos para mejorar la apariencia posible a estas y o hacerlas legibles. Si esto fue poco, mediante una herramienta en internet de mejora de fotografías, las imágenes fueron sometidas a una remasterización para hacerlas lo más nítidas posible y o entendibles.

Siendo Viajero Aéreo y con el tiempo acabe interesándome del mundo de la aviación hasta convertirme en un entusiasta del transporte por aire y lo que lo rodea, hasta tal punto que llegaba a disfrutar –y lo sigo haciendo- mucho de los vuelos realizados. Con el tiempo acabaría sabiendo numerosos modelos de aeronaves, consiguiendo también objetos, para luego crear auténticas colecciones, además de conseguir información en la que me hizo posible estar informado acerca del mundo de la aviación.

Faltaba algo que añadir a lo antes mencionado, algo que ampliaría esta afición llegando a la conclusión que para inmortalizar los momentos seria la realización de captación de imágenes, de fotografías cuya ambientación consistiría en la de todo lo relacionado con aeronaves, aeropuertos y su entorno.

Con una modesta OLYMPUS TRIP 300 de carrete que me regaló una muy querida familiar, empecé la aventura de fotografiar todo lo relacionado con el mundo de la aviación, nació así una afición que empezó en 1997, entonces un servidor era un mozalbete de 20 años.

Aprovechando una de las idas de las islas de Canarias a Madrid, realice mi primera instantánea en la que apareció el ala derecha del avión y abajo la isla de Lanzarote, haciendo además otras fotos de ensayo.

 

Un año después tocaría volar, aprovechando la oportunidad y para que quedase constancia de ello, realice capturas tanto dentro de la terminal como en el propio avión, es de reconocer que “me hinché” haciendo fotografías a un no muy escaso repertorio de aeronaves como un DC-9-32 de Aviaco que me tocaría volar en él a Gran Canaria, un Boeing 727-200; un Boeing 757-200 en pareja al anterior siendo estos de Iberia; un L-1011 TriSar de Delta y un avión de cuatro motores de Iberia Airbus A-340-300. Fue una auténtica experiencia fotografiar aviones diferentes entre pequeños y grandes, años después descubriría el: plane spotting, fotografías de toda clase de vehículos aéreos y todo lo relacionado a ellos.

 

Años después aprovechando y con afición haría una captura a un precioso Airbus A300-B4-120 en el que también seria ocupante de este rumbo a Madrid en el año 2001 regresando de una de mis vacaciones.

En 2006 haría también fotos, estas en Madrid a un conjunto de aeronaves para terminar con un Airbus A-321-200, justo aquí acabó una época en la que ese 2006 hice esas ultimas fotografías con la humilde OLYMPUS TRIP 300 en la que puede hacer mis pinitos con la foto aérea y que con unos pequeños fragmentos de celuloide, material en el que estaban formados los negativos de 35 milímetros pude sacar a la luz estas fotografías.

Autor: Joaquín Narro Peña

Socio 681

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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